En un fallo con perspectiva de género, la jueza Daniela Bianciotti, del Juzgado Penal Juvenil de 2ª Nominación de la ciudad de Córdoba, sobreseyó a una joven que, cuando tenía 16 años, habría asfixiado a su hijo instantes después del parto, en el baño de su casa, por considerar que se trató de un caso de triple vulnerabilidad por ser mujer, adolescente y estar sometida a un universo patriarcal.

La joven estaba imputada por el delito de homicidio calificado por el vínculo y según el tribunal, el contexto influyó en el grado de autonomía de la adolescente y lo condicionó al punto de determinarlo, es decir, hasta anular su libertad. La sentencia agrega que la joven no tenía un referente de confianza y no llegó a comprender la significación de lo que es tener un hijo. De hecho, experimentaba al bebé como un cuerpo extraño.

La magistrada advierte que la adolescente tenía “escasa educación sexual” y que sus progenitores “la habían aleccionado con estereotipos de género muy rígidos”. Asimismo, puntualizó que la imputada contaba con una “escasa red social que pudiera contenerla en ese estado”.

“Ella sentía que sus padres no la miraban, tan es así que no se dieron cuenta en nueve meses que estaba embarazada. Con una personalidad, lábil, dependiente del asentimiento de sus progenitores”, señala en el veredicto. 

El tribunal señaló que la joven atravesó un embarazo que no comprendía, ya que se dio cuenta cuando “sintió que tenía algo adentro”, pero lo ocultó por “miedo a decepcionar a sus papás”. También indicó que la joven percibía que su pertenencia a la familia, la seguridad y cierta estabilidad que le brindaba, se veían amenazadas por el embarazo.

Finalmente, la sentencia remarca que la adolescente en ese momento se enfrentó con la vulnerabilidad propia de la edad, y valoró los resultados de las pericias que indicaron tenía “una personalidad ingenua, infantil y dependiente, y con tendencia a complacer al otro, en especial a su padre; y con la presencia de indicadores de haber atravesado experiencias traumáticas de naturaleza sexual, que podrían ser de larga data; esto sumado a “abundantes indicadores de tendencias depresivas y de conductas auto agresivas”.