Hay fotografías que se convierten en símbolo de un momento. Y en esa categoría acaba de entrar la tomada el miércoles por la tarde en la Casa Blanca, en la que la demócrata Nancy Pelosi, presidenta del Congreso de Estados Unidos, de un lado frente a una enorme mesa de reuniones, rodeada de congresistas y altos mandos militares, todos hombres, y señala con un dedo acusador al presidente Donald Trump que, sentado al otro lado de la mesa, le contesta airado.

El propio Trump compartió la foto, desde su cuenta de Twitter, en un ataque a Pelosi: “La desquiciada pérdida de papeles de la nerviosa Nancy”. Según la congresista, en cambio, fue el republicano el que perdió el control. La imagen con la que Trump quería insultar a la tercera autoridad del país es, para muchos demócratas, la de una veterana política plantándose con autoridad frente a un presidente descontrolado. Esa parece ser la interpretación de la propia Pelosi, que colocó la imagen en sus perfiles de Twitter y Facebook. El insulto de Trump exhibido como una condecoración.

La fotografía provoca una acalorada discusión en medios y redes sociales, bajo los hashtags, según los gustos, de #BeNancy (Sé Nancy) o #PelosiMeltdown (Pelosi se derrite). El debate cubre todo el espectro posible de los debates sobre la desigualdad de género en la política y, sobre todo, es un emblema del momento político que vive un país sumergido en un proceso de impeachment o destitución del presidente que más contribuye a la polarización de la sociedad estadounidense.

La reunión con los líderes demócratas del Congreso se celebró para debatir la situación en el norte de Siria, donde Turquía sostiene una ofensiva militar contra los kurdos, ex-aliados de Washington en su lucha contra el Estado Islámico, abandonados a su suerte después de que el presidente decidiera retirar las tropas estadounidenses desplegadas en la zona.

Durante la reunión, según declararon después los demócratas, preguntaron al presidente cuál era su estrategia y él respondió que era “mantener a salvo al pueblo estadounidense”. “Eso no es un plan”, replicó Pelosi, “eso es un objetivo”.

El debate se calentó y Trump llamó a Pelosi “política de tercera”. Los demócratas se levantaron y se marcharon y, mientras salían, Trump les habría gritado: “Nos vemos en las urnas”. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, rebatió la versión de los demócratas, de quienes dijo que “no tenían intención de escuchar o contribuir a una importante reunión de asuntos de seguridad nacional”.

Tras abandonar la reunión, Pelosi declaró que el presidente “no pudo manejar la situación y perdió el control”. “Creo que debemos rezar por su salud, porque estamos ante una situación muy seria por parte del presidente”, dijo.

Trump le contestó en Twitter, con su estilo habitual: “¡Nancy Pelosi necesita ayuda rápidamente! O bien hay algo que no le funciona “ahí arriba”, o sencillamente no le gusta nuestro gran país. Se “derritió por completo“ en la Casa Blanca hoy. Fue muy triste de ver. Recen por ella, ¡es una persona muy enferma!”.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1184620202480193537

Inmediatamente la congresista respondió utilizando la foto del “dedito acusador” para sus perfiles de Facebook y Twitter.