La dificultad para que La Pulga siga en el conjunto catalán es de caracter económica. Sucede que Barcelona necesita desprenderse de algunos jugadores para así poder cumplir con el tope salarial impuesto por el Fair Play Financiero que implementó la Liga.

El Fair Play Financiero es una serie de medidas que se impuso en la UEFA y, en términos concretos, establece que una entidad no puede gastar más dinero del que ingresa.

Según medios españoles, el Blaugrana superaba esa proporción en un 110 por ciento. Como contrapunto, para poder fichar al argentino el culé necesitaría prácticamente deshacer su actual plantel para poder cumplir con las reglas financieras.