El coronavirus ha desembarcado definitivamente en la Copa Libertadores de América. Un escándalo se vivió en Guayaquil con el partido que deben disputar Barcelona y Flamengo. 

La delegación del Flamengo presentó nueve casos de coronavirus entre jugadores y cuerpo técnico. Las autoridades del Municipio se presentaron en el complejo donde está el equipo brasileño para realizar más testeos PCR y la postura del Municipio fue suspender el partido.

La Conmebol insistió en que se debía jugar, con la anuencia de ambos planteles. Ingentes negociaciones del organismo continental con el Ministerio de Salud de Ecuador, finalmente destrabaron la situación. El COE Cantonal de Guayaquil dio marcha atrás y habilitó el Estadio Monumental.