Las barrabravas no se toman descanso ni cuando el fútbol argentino no permite público en los estadios. Siguen las internas, las disputas de poder y también los peleas entre distintas facciones, ya sea del mismo club o de clubes antagónicos, como ocurrió entre dos grupos de Racing e Independiente que se enfrentaron en Avellaneda.

Los hechos se dieron en el barrio 4 de Junio, aproximadamente a diez cuadras de los estadios del Rojo y La Academia, y dejaron un saldo de un herido de bala, autos y negocios rotos y minutos de terror en toda la zona.

Todo comenzó cuando el autodenominado grupo Los Pibes de Racing, la nueva facción que comanda la tribuna, regresó al Cilindro para retirar las banderas que había puesto en las tribunas antes del partido contra Talleres.

La barra iba en varios autos particulares y un colectivo. Y al pasar por el barrio 4 de Junio, en el cruce de las calles Vélez Sarsfield y Limay, se encontró con un grupo de 15 barras de Independiente.

Lo que empezó como un intercambio de insultos pasó a las peleas cuerpo a cuerpo y los piedrazos. 

Entonces, los barrabravas de Racing se bajaron de los autos y el colectivo e ingresaron en el barrio destrozando todo a su paso. Del otro lado -en principio en inferioridad numérica- respondieron las agresiones. Hubo detonaciones de armas de fuego. Y dos heridos, ambos de La Academia (uno de ellos llamado Jesús Bogado, con un orificio de bala a la altura del peroné, ya está fuera de peligro).

Balacera entre hinchas después del partido entre Racing y Talleres en Avellaneda

Vía TyC Sports