Le costó al equipo de Quique Setién, pero logró la victoria que le permite presionar al Real Madrid que juega su partido el domingo. Además le sirve para alejar los fantasmas de la crisis desatada por las declaraciones de Eric Abidal. Al frente estaba el Getafe, una de las saludables sorpresas de la Liga, tercero en la tabla e invicto en las últimas tres fechas. 

Debió penar el Barcelona, en un encuentro cerrado hasta la aparición de Lionel Messi, que abrió a su rival con un pase pletórico de concepto al francés Antoine Griezmann, autor del gol cuando promediaba el primer tiempo. Luego, llegó el segundo a través del lateral Sergio Roberto. Un resultado parcial que no se compadecía con lo sucedido en la cancha. 

El segundo tiempo empezó trabado en mitad de cancha. Las corridas de Ansu Fati por la banda derecha no prosperaron, al igual que los ataques en bloque del “Geta”. El encuentro se mantuvo parejo hasta los 66 cuando Ángel, el jugador que sonó para unirse al Barcelona tras la lesión de Dembelé, marcó el descuento con un remate de volea desde la puerta del área que sorprendió a Ter Stegen.

Respira el conjunto de  Messi. Aún no puede encontrar ni su mejor versión futbolística, ni al reemplazante de Luis Suárez.