Demasiado se especuló respecto del estadio donde se jugará el regreso por la instancia de octavos de final de la Champions League. El rebrote de casos por el coronavirus en España y Cataluña sembró de dudas  a la UEFA y también al Nápoli. 

La Unión Europea confirmó que el encuentro entre el Barcelona y el Nápoli, del próximo día 8, se jugará en el Camp Nou y, de momento no se ha planteado que se dispute lejos del estadio culé. La Generalitat, en un informe, ha defendido que se puede celebrar sin riesgo. 

 El repunte de casos en Barcelona y su área metropolitana, y en el resto de sedes, ha llevado a la UEFA a interesarse por la situación con la intención de evitar posibles consecuencias negativas. De hecho, el Nápoles ya estaba en alerta. Lo único que podría cambiar eventualmente la sede del partido es un aumento exponencial de los contagios, y el Gobierno de Cataluña, La Generalitat, decidiera que constituiría un peligro para los participantes del evento.