El Super Bowl LV (55) se jugará el próximo siete de febrero en el cierre de una extraña temporada para la NFL.

Los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady enfrentarán a Kansas City Chiefs, comandado por Patrick Mahomes. 

Al igual que la gran parte de los cotejos deportivos, el tan esperado partido definitorio no contará con el color que los fanáticos norteamericanos suelen proponer para estas ocasiones. La Liga promueve estrictas normas para prevenir el coronavirus y esto claramente afectará al espectáculo.