Ese 13 de Enero de 1974, el ex presidente Juan Domingo Perón se subía al helicóptero en la Quinta de Olivos porque le habían avisado que un argentino estaba por ganar el Gran Premio de Fórmula Uno en el Autódromo de Buenos Aires.

El "Lole" Reutemann punteaba con comodidad. A los pocos minutos que llegaba Perón y se sentaba en el palco junto a Raúl Lastiri (titular de la Cámara de Diputados de la Nación), el Lole se quedó sin nafta, faltando media vuelta para adjudicarse el Gran Premio de la República Argentina en el autódromo "17 de Octubre".

Foto: Clarín
Foto: Clarín

De todas formas, Reutemann, igual, se subió al palco a saludar a Perón. El Presidente le obsequió un presente en reconocimiento a su labor en la pista: “Mirá, pibe, no tengo otra cosa para entregarte, es la lapicera que tengo.”

Poco después, durante la firma de un acuerdo para que YPF apoye al "Lole", Perón lo abrazó sonriendo: “Tome, para que no se quede sin nafta.”

Si algo no hizo Perón con el deporte fue ignorarlo. Por eso, aquel 13 de enero de 1974, se subió al helicóptero para saludar a un argentino que estaba a punto de ganar.

Carlos Marcelo Thiery en "El Gráfico", sintetizaba así lo sucedido con Reutemann en el autódromo: "Dos horas para aplaudir, dos minutos para llorar".

Pruebas de clasificacion Gran Premio de Fórmula 1 de Argentina 1974

Información: Pino.com.ar