Grigor Dimitrov fue invitado a disputar el Adriá Tours, el polémico torneo en el que participaron varios de los mejores tenistas del mundo y que produjo una importante cantidad de contagiados de coronavirus.

El torneo fue organizado por el número uno del mundo, Novak Djokovic, quien también resultó afectado de coronavirus, lo mismo que su esposa. El periplo contempló torneos en Belgrado y en Zadar, en medio de los cuales hubo partidos de fútbol, de básquetbol y salida a fiestas nocturnas de los principales protagonistas, además del descuido en el respeto a las normas sanitarias en los estadios. Como consecuencia de esas desprolijidades, Grigor Dimitrov, tenista búlgaro, habló sobre las consecuencias sufridas al padecer la enfermedad y puso en duda su participación en el US Open.

"Es difícil, no tiene nada que ver con el estado de forma en el que te encuentres antes de verte afectado porque el virus no plantea ninguna pregunta. Perdí tres kilos, estaba 'KO', no respiraba bien, perdí el gusto y el olfato", dijo en una entrevista a la revista francesa L'Equipe.

"Mentalmente no es fácil. La gente necesita saber que esto puede suceder, que le puede pasar a cualquiera y que tienes que aprender a vivir con ello. Después de una semana de entrenamiento, todavía no estoy listo para jugar a mi mejor nivel", agregó, mientras puso en duda su presencia en el abierto de los Estados Unidos, previsto desde el 31 de agosto al 13 de setiembre.

"Todavía hay muchas preguntas, como la cuarentena, y pocas respuestas", dijo para justificar sus dudas.