Tras casi nueve meses de consagrarse campeón, Vasily Kamotsky perdió su primera batalla de bofetadas durante un torneo celebrado esta semana en Rusia, su tierra natal. El vencedor fue su compatriota Vyacheslav Zezulya.

La modalidad fue similar a la de siempre. Dos hombres se enfrentan con una mesa de por medio, y las bofetadas se dan por turnos, primero uno y luego el otro, hasta que uno de los dos termina abandonando, o bien un médico decide finalizar la pelea, como en el boxeo.

Este torneo es el segundo que se organiza en Rusia, el primero fue el año pasado en Moscú, y Denís Kiyutsin, organizador del evento, explicó que la idea la tomaron de los Estados Unidos: "Cuando planificamos el festival pensamos crear un escenario un poco más divertido, y se nos ocurrió el concurso de tortazos. Escribimos las reglas, había jueces, todo fue muy bien".

Desde entonces su popularidad ha crecido, sobre todo en Rusia, en donde podría convertirse en un deporte profesional.