En un hecho inédito, al menos para el fútbol incaico, las autoridades de gobierno y deportivas de Perú determinaron que el campeonato de primera división se juegue íntegramente en Lima. Esto implicaría el traslado de todos los equipos del interior hacia la capital del país para poder desarrollar el certamen.

El propio presidente de la Federación peruana, Agustín Lozano, atribuyó a cuestiones sanitarias y de infraestructura deportiva y hotelera la decisión para poder canalizar esa propuesta. Y dijo que dentro de 10 ó 15 días los jugadores volverán a los entrenamientos.

“No se eligió a Lima porque alguien saque o no ventaja, sino para dar un marco de seguridad deportiva. Hay infraestructura, capacidad hotelera, campos de entrenamiento y personal capacitado”, manifestó.

El propio directivo dijo que están aprobados los protocolos sanitarios y que los dirigentes serán convocados para establecer el formato de torneo. Agregó que “ninguna de las acciones puede poner en riesgo a los integrantes del sistema”. Por último destacó: "Un torneo no tendría sentido si no hay descensos, por lo que debe jugarse tal como está previsto”.