En 1918 la pandemia conocida como gripe española obligó a los dirigentes brasileños a postergar la Copa América, al igual que como ocurrió con la de Argentina y Colombia en 2020 (que finalmente terminó haciéndose en Brasil y en 2021). En este caso la localía no se modificó, y en mayo de 1919 se terminó realizando la competencia en territorio brasileño.

En aquel entonces solo participaron el local, Argentina, Chile y Uruguay. La modalidad de disputa era todos contra todos y el que más puntos obtenía se quedaba con el título de campeón sudamericano.

Tanto Brasil como Uruguay ganaron sus dos primeros partidos frente a chilenos y argentinos. Por eso, los brasileños tenían la posibilidad de ganar su primera estrella si lograban vencer a la Celeste, el último campeón.

El partido definitorio se disputó el 26 de mayo y la igualdad 2-2 obligó a jugar un desempate tres días más tarde. En aquel entonces no se tomaba en cuenta la diferencia de goles para definir en ese encuentro.

El 29 de mayo, en el segundo duelo, no se podían sacar ventajas, y luego del empate 0-0 en los 90 minutos se dispuso un tiempo extra de 30 minutos más. La igualdad persistió y como aún no se utilizaban los penales para desempatar el árbitro decidió agregar otra media hora de juego.

En los primeros 2 minutos del segundo suplementario llegó el único gol gracias a Arthur "El Tigre" Friedenreich, que le dio el triunfo al local en un partido que terminó durando nada más y nada menos que 150 minutos.