En la victoria de los Orlando Magic frente a los Brooklyn Nets, Jonathan Isaac fue el primer jugador de la NBA que decidió no sumarse a las protestas contra el racismo y permanecer de pie sobre la cancha. 

El ala-pívot afroamericano, de 22 años, tampoco vistió como el resto una camiseta negra con el lema Black Lives Matter (La vida de las personas negras importa) y en cambio escuchó el himno con su uniforme de los Magic.