Martín Cauteruccio, dos veces, y Mateo Retegui, de penal, anotaron los goles de Estudiantes. Javier Méndez había anotado el descuento parcial para Unión.

El público cantando, los fuegos artificiales y los aplausos en Uno, marcaron el final de un día redondo para los hinchas de Estudiantes. El triunfo lo deja bien posicionado para pelear, en principio, por un lugar en la Copa Sudamericana.

El Pincha logra su primera victoria en el Uno

Mascherano volvió a jugar un buen partido

El partido fue un choque de estilos: Gabriel Milito propuso un esquema más moderno y ofensivo basado en la posesión y la explotación de espacios por los extremos; Leonardo Madelón ofreció un sistema clásico, con la intención de replegarse y lastimar de contraataque.

En el primer tiempo, se impuso la estrategia de Estudiantes. Controló el juego, se aproximó con peligro al arco rival, aunque le faltó mayor presencia en el área. De hecho, el cero se rompió recién a los 35 minutos, cuando el uruguayo Cauteruccio aprovechó un rebote tras una jugada parada elaborada, propia del paladar albirrojo.

Nada cambió en la segunda parte: se estaban reacomodando cuando Estévez sacó un disparo que dio en el travesaño y allí apareció el goleador y figura, Cauteruccio, para marcar el 2 a 0. A partir de ahí parecía que el partido iba a transitar sin más emociones hasta el final, pero primero el descuento de Méndez, luego la expulsión de Botinelli y seguido el penal marcado por Retegui brindó un cierre a todo ritmo y que mostró a un Estudiantes en carrera para su objetivo hasta el final en esta Superliga.

Rojo volvió a su casa

En la previa, la presentación de Marcos Rojo, quien en la semana había destrabado personalmente la negociación con el Manchester United y había firmado contrato con Estudiantes, se llevó la atención del gran número de hinchas albirrojos que llegaron más temprano al nuevo estadio.

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Rojo patea una pelota, vestido como si fuese a jugar 

Al ritmo del show de la banca de cumbia La Nueva Luna, una de sus favoritas, Rojo señaló al borde de las lágrimas: "Prometí que iba a volver y acá estoy. Todo esto no me lo voy a olvidar en mi vida. A esta cancha me traía mi familia de chico, siempre fue un sueño poder jugar acá. Es una emoción increíble".

Para finalizar, el ex integrante de la selección argentina que el próximo 20 de marzo cumple 30 años decidió no perder tiempo y, el sábado por la mañana, se entrenó en el Country Club de City Bell para estar a disposición del entrenador Gabriel Milito lo antes posible y volver a ponerse la albirroja.

 Fuente: LA NACION

Fecha 18: resumen de Estudiantes - Unión