Hace un par de semanas, la versión del regreso a los entrenamientos para el 3 de agosto era la que se imponía. La tendencia en aquel momento era el reinicio de una relativa normalidad, que llevaría a la vuelta a la competencia, traducida en partidos de Copas Libertadores de América y semanas después, de Copa Sudamericana, además de pensar en el inicio de un nuevo campeonato en Argentina.

Eso parece haberse diluido, o al menos postergado, debido al aumento de casos de coronavirus, primero en el Área Metropolitana de Buenos Aires y ahora en distintos puntos de todo el país.

Primero fue el jefe médico de las selecciones nacionales de fútbol, Donato Villani, quien lanzó el alerta: "Por ahora veo difícil que vuelvan los entrenamientos. La AFA optó por acatar las decisiones del Gobierno nacional y no va a ir por afuera de eso”.

En las últimas horas el que opinó al respecto fue el Jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, quien se refirió a la importancia social y económica del fútbol, y a la prudencia que hay que tener para ponerlo en la cancha.

"La vuelta del fútbol es importante. No sólo por una cuestión cultural: hay también una necesidad económica", reconoció en declaraciones a Radio 10. Y agregó: "Fuimos desarrollando los protocolos, pero somos cautos respecto de las fechas para la vuelta a los entrenamientos". El funcionario también habló con la Televisión Público. Y amplió: “No hay que tomar decisiones con una foto, sino evaluar un período de 7 o 10 días para ver cómo se fueron confirmando las curvas. Vamos a estar tomando esas decisiones durante la semana que viene”.

Una señal de dicha prudencia sobre el tratamiento de la vuelta a la competencia se dio el viernes pasado, cuando los representantes de los 24 equipos que participarán del torneo de primera división no se reunieron para tratar precisamente ese tema, además de otros de mucho interés, tales como la negociación por los derechos de televisión, el sponsoreo y el formato del nuevo torneo.