Tomando aire para empezar a hablar y con la voz quebrada en todo momento, Sergio Agüero comunicó este miércoles la decisión de retirarse oficialmente.

"He decidido dejar de jugar al fútbol profesional", lanzó desde el comienzo. Le costó mucho dejar atrás las lágrimas y esbozar varias palabras consecutivas. Hasta se escuchó un "la concha de su madre", como negando la situación.

Lo cierto es que el tercer máximo goleador de la Selección argentina lo debió decir, casi obligado tras la recomendación médica que dijo haber recibido hace diez días: "Fue muy difícil de procesar".

"Hice todo lo posible pero no había muchas opciones", sentenció con Joan Laporta, presidente de su actual club, el Barcelona, sentado a su lado.

Consideró que "lo importante es mi salud" y que "estuve en muy buenas manos de los médicos". Dijo que "ahora mismo me siento bien" pero que "me había empezado a mentalizar, pero no fue fácil".

Con el 19 en la espalda, sólo llegó a jugar cinco partidos con la camiseta 'culé', anotando un gol. La repentina salida de Lionel Messi hace escasos meses le impidió jugar con quien considera "su amigo".

El padre de Benjamín, nieto de Diego Maradona, ahora intentará "ser feliz fuera del fútbol, aunque seguiré vinculado" y "disfrutar todos los momentos que nos perdemos".

De trayectoria intachable desde aquel debut en Independiente (con 15 años y 35 días, fue el jugador más joven en jugar su primer partido en Primera División en el país), el centenar de goles en Atlético de Madrid y siendo el máximo anotador en la historia del Manchester City, señaló estar "muy orgulloso por mi carrera".

Entre recuerdos de equipos y compañeros, adujo que "siempre soñé con jugar al fútbol, en Primera División y no había pensado llegar a Europa. Quiero agradecer a todos".

Recordó que uno de los goles que más recuerda fue "a Racing, con 17 años", jugando para Independiente.