A pesar del entretenido espectáculo que venían brindando ambos equipos, el juego se detuvo por una horrible lesión de un jugador de los Reds.

En los primeros minutos del complemento, Harvey Elliott recibió una entrada por parte de Pascal Struijk y, desafortunadamente, el pie izquierdo del joven futbolista del equipo de Jürgen Klopp se trabó en el césped de Anfield, lo que provocó una fractura en el tobillo a confirmar por el cuerpo médico del Liverpool.