Con gran tino, el escritor Eduardo Sacheri graficó en el cuento "Los malditos" el significado que tuvo para los integrantes de la Selección argentina haber ganado el Mundial '78. Y como aquella algarabía de momento los transformó casi en "parias".

La primera Copa que ganó nuestro país se fue manchando con sangre con rapidez, por la vigencia de la dictadura cívico-militar gobernante en aquel tiempo.

Las torturas, secuestros y asesinatos eran parte del paisaje, pero el campeonato también vino de la mano con el desmadre económico que significó el Ente Autárquico Mundial '78 (EAM 78).

Todas las cuestiones fueron abarcadas por Pablo Llonto en su libro "La vergüenza de todos".

El amistoso Argentina - Polonia del 24 de marzo de 1976

A propósito de aquel tiempo, e incluyendo su vivencia personal, el programa Caravana Qatar entrevistó a quien fuera periodista deportivo, pero se transformó también en abogado defensor de víctimas del terrorismo de estado en el país.

Tituló a su obra parafraseando a la película "La fiesta de todos", que hablaba del aquellos tiempos.

"Ese título potenció a los dictadores. De hecho ese lunes posterior al triunfo ante Holanda, (Jorge Rafael) Videla salió al balcón y fue vitoreado por muchos jóvenes, al grito de 'Videla corazón, Videla corazón', y el presidente de facto saludó con los brazos en alto", narró.

Los malditos - Eduardo Sacheri