Se definieron por detalles. Las Semifinales de la novena edición de la Copa Argentina tuvieron ganadores que aprovecharon la ocasión más significativa y defendieron a ultranza dicha ventaja en el tiempo restante. Boca pegó con el oportunismo de su flamante goleador, Luis Vázquez; Talleres optimizó la picardía de su atacante Michael Santos y, desde los doce pasos, Diego Valoyes exhibió la efectividad necesaria. Argentinos Juniors y Godoy Cruz fueron los respectivos vencidos que no encontraron los caminos pertinentes para asegurar su lugar en la definición de un certamen que, hasta el momento, nunca los incluyó como miembros del encuentro decisivo.

Ambos equipos destrabaron sus respectivos encuentros en el inicio del complemento. Boca pegó por una de sus vías predilectas: el envío a balón detenido. El tiro libre en forma de centro ejecutado por Sebastián Villa fue desviado por Gabriel Avalos y facilitó la aparición de Vázquez para definir. El tanto del delantero en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza le permitió sumarse al listado de anotadores en la historia de la Copa Argentina y le brindó confianza en la puja por mantenerse como titular. Agustín Rossi revalidó las actuaciones de las anteriores eliminatorias en la presente campaña y aseguró el pasaje de Boca a la Final por tercera ocasión (fue campeón en las dos incursiones previas al encuentro decisivo).

Cómo llegaron Talleres y Boca a la final de la Copa Argentina

El siguiente encuentro que definió un cupo en la Final se abrió mediante una acción desafortunada. Si bien no mantuvo la racha anotadora que lo ubicó como máximo goleador de la presente edición con cuatro, Michael Santos fue determinante en el cruce disputado en el estadio Juan Gilberto Funes de San Luis. El delantero uruguayo aprovechó un envío largo, presionó a la defensa de Godoy Cruz y generó la mano de Bruno Leyes. 

Diego Valoyes tomó la responsabilidad desde los doce pasos y selló el triunfo de Talleres de Córdoba con un remate cruzado. Curiosamente, el colombiano, que también se estrenó como anotador en la competencia, no había sido incluido en la nómina inicial de ejecutantes en las series ante Atlético de Rafaela (convirtió el noveno y decisivo) y Estudiantes de Río Cuarto (anotó el sexto, que también fue el último del Matador).

Los dos goles marcados (ambos con la pierna diestra) igualaron la menor marca de anotaciones en Semifinales de la Copa Argentina. En la edición 2011-2012, Boca había igualado 1-1 con Deportivo Merlo, mientras que el clásico entre River y Racing terminó en empate 0-0. El antecedente provoca felicidad en los fanáticos del Xeneize, ya que los penales le permitieron superar la eliminatoria y, en la posterior Final contra la Academia, logró la victoria por 2-1 que selló la consagración en la temporada que marcó el regreso de la competencia al calendario futbolístico.