El prestigioso columnista Jhon Carlin en el diario Vanguardia, le dedicó un escrito que desató una auténtica tormenta de críticas.

"Carta abierta a un mercenario"

Así se llama la columna, en la que el británico apunta directamente al argentino por aceptar un millonario patrocinio, que se calcula en 100 millones de euros, para ser la imagen de Arabia Saudí en una ambiciosa campaña para promover el turismo en el país.

El fondo de la crítica:

La molestia de Carlin tiene que ver con las denuncias de organizaciones como Amnistía Internacional de Noruega, que denuncian crímenes cometidos por el gobierno local: "Han ejecutado al menos a 106 personas en lo que va de año. Criticar a las autoridades es una amenaza para la vida. Los derechos de las mujeres son casi inexistentes. ¿Los homosexuales? La pena de muerte es su destino. ¿De verdad quieres apoyar esto, Messi?", se preguntó.

LA CARTA:

“Andá, Leo, andá. Andá a ver a la viuda del descuartizado Khashoggi, tocá la puerta de los padres de Mustafa Hashem al Darwish, a cuyo hijo le cortaron la cabeza por haber participado en una protesta contra el régimen saudí cuando tenía 16 años, la misma edad que vos cuando debutaste para el Barça. Andá, hablá con las familias de las 81 personas que tus nuevos mejores amigos ejecutaron recién, todos decapitados en un día, el sábado 12 de marzo”.

“Te confieso que el que siente vergüenza soy yo. Mucha. Cuando la gente me preguntaba de qué equipo era llevaba años diciendo que mi equipo sos vos. Pobre de mí –ridículo de mí– he dicho las siguientes palabras más de una vez: “Messi es lo más cercano que tengo a una religión”. Nunca más. Como futbolista nunca vi nadie mejor, nadie que me diera más placer, durante más años, con la pelota en los pies. Pero como persona… siempre albergué la sospecha de que eras un boludito”.

“No lo hagás, Messi”, te rogaron. “Tenés enorme poder y con ese poder viene enorme responsabilidad. El régimen saudí te quiere usar para lavar su reputación… Si decís que sí a ‘Visit Saudi’ estás en efecto diciendo ‘sí’ a todos los abusos de derechos humanos que ocurren hoy en Arabia Saudí. Pero si dices que ‘no’ enviarás un mensaje igual de potente, que los derechos humanos son importantes”, se puede leer en algunos de los párrafos.

El texto finaliza con la decepción que asegura tener Carlin: “No, seguro que no. Que no pare la fiesta. La plata es la plata, no importa el origen, ¿no es cierto? Ay, Leo, mi ídolo caído. Quisiera decirte gracias por los recuerdos. Pero te cag... en ellos y ya no puedo”.