Antonio Félix da Costa, piloto de Fórmula E, luego de quedarse con el E-Prix disputado en Berlín, más precisamente en el aeropuerto de Tempelhoff se subió a un podio vacío, sin directivos de la categoría, y -con mucho humor- simuló que le entregaban el trofeo de ganador, tal como sucedía hasta antes de la pandemia.