Fue uno de los primeros jugadores en contagiarse con el virus en uno de los países más afectados por la pandemia. El defensor criticó la falta de reacción de la Serie A en Italia para tomar la determinación de suspender el fútbol. 

Pezzella ha superado el coronavirus y reflexionó sobre la situación y expectativas de la sociedad y el fútbol en una entrevista con una radio de España, ya que jugó en el Betis entre el 2015 y el 2017. 

"Gracias a Dios, todo quedó atrás", afirmó el zaguero de Bahía Blanca sobre sus sensaciones de una enfermedad que, según recordó, se le descubrió después de volver al club tras jugar en Udine y constatar que un compañero se había sentido mal y que él mismo se sentía débil aunque sin fiebre. Al ver que otro futbolista había sido ingresado tras sentirse bastante mal, se hizo la prueba y dio positivo.

El central internacional argentino, quien destacó la incertidumbre que ha pasado, dijo que hace un mes, cuando le fue detectado el coronavirus, las incógnitas eran mayores porque en la Fiorentina hubo ocho personas afectadas y "cada una tuvo síntomas diferentes en cuanto a gravedad", ya que en una cursó con fiebre alta, en otras con malestar y en él, "con un poquito de las dos".

Se mostró seguro de la reanudación de la competición con todas las garantías para todos, aunque manifestó que se hará con seguridad a puerta cerrada, algo que calificó como "surrealista" porque el fútbol "son emociones" y porque, como jugador, tiene que "preparar la cabeza de otra manera", mentalizarse para jugar donde no hay nadie. "Se escucha todo", subrayó. Igualmente, señaló que todo será, en Italia y por extensión en España, "impredecible deportivamente" después de dos meses de encierro: "No se sabe qué pasará", finalizó.