Tomó la pelota Sergio Busquets y no tuvo nada más que dejársela a Lionel Messi, quien había arrancado unos metros más atrás previendo esa cesión que finalmente, después de dejar en el camino a varios oponentes y de vencer con un remate de derecha a Iker Casillas, lo llevaría a hacer uno de los tantos goles que le hizo a Real Madrid.

Pero ese gol (el segundo de los dos que hizo)adquirió una dimensión especial. Lo hizo en el marco de las semifinales de la Liga de Campeones de Europa en 2011, en cuyo partido el Barsa se impuso 2 a 0, lo que le valió una diferencia que el equipo merengue no pudo descontar al igualar en el Camp Nou 1 a 1 en el cotejo revancha.

Eso le valió llegar a la final ante el Manchester United, al que vencería 2 a 0 en el estadio Olímpico de Roma, lo que le permitiría acceder al club catalán a "La Orejona" por tercera vez en su historia deportiva.