Ayer se conoció la suspensión del abierto de Wimbledon, el tercer Gran Torneo que se juega en la temporada. Esta decisión causó gran consternación en el mundo del tenis. Roger Federer, por ejemplo, escribió en las redes sociales que quedó "devastado" al enterarse de la información.

La anulación del certamen inglés se suma a la decisión de la Federación Internacional de Tenis de postergar el reinicio del circuito para el 8 de junio próximo; en medio se conoció la disposición de trasladar el abierto de Roland Garrós para los días finales de setiembre y el principio de octubre, luego de haberse establecido también su suspensión, ya que debía jugarse entre el 24 del mes próximo y el 7 de junio.

Aun con una perspectiva incierta por el coronavirus, la Asociación de Tenis de Estados Unidos ratificó su decisión de organizar el último Grand Slam de la temporada entre el 24 de agosto y el 13 de setiembre.

"En este momento, la USTA todavía planea organizar el Abierto de Estados Unidos según lo programado, y seguimos perfeccionando los planes para organizar el torneo", señaló la Asociación en un comunicado.