Independiente se hizo fuerte este miércoles en Uruguay, donde goleó a Fénix por 4-1 y prácticamente cerró la serie de octavos de final de la Copa Sudamericana 2020. Su única mala noticia fue que Sebastián Sosa debió salir en el descanso por resentirse de su lesión en el sóleo derecho.

A los 24, otra vez metió la cola el VAR con polémica: Roberto Fernández le propinó un pisotón a Palo Hernández y se fue expulsado en el local, en un castigo que sonó exagerado.

Pero enseguida, otra polémica -esta vez sin VAR- se instaló en el desarrollo, cuando el árbitro Juan Gabriel Benítez cobró un penal muy discutido de Alexander Barboza. Y a los 28, Bryan Olivera no falló al poner la igualdad con un disparo a la derecha de Sosa.

A los 44 otra vez Velasco, una de las figuras de la noche, desbordó por izquierda y su centro atrás le quedó a Silvio Romero, quien definió para el tercero y consolidar el momento del Rojo.

Por último, a los cinco minutos del complemento, Federico Martínez recibió por izquierda y sacó un remate que se le desvió pero igual logró convertir en el cuarto.

Independiente quedó así en inmejorable posición de cara a la revancha del próximo miércoles y podrá mirar de reojo el desquite entre Lanús y Bolívar, que en la ida de hoy terminaron 2-1 en Bolivia en favor del local.