Lionel Messi buscaba su gol 700, en el duelo ante Sevilla.

El astro del Barcelona protagonizó una pelea sobre el final del primer tiempo: insultó y empujó a Diego Carlos, tras una peligrosa entrada del brasileño.

Allí, empezaron los forcejeos entre los futbolistas de ambos equipos. Finalmente, el árbitro decidió amonestar a un jugador por lado: Fernando Reges y Sergio Busquets. La Pulga zafó.