Un robo y un velorio. Todo se produjo con apenas horas de distancia. Y puso a Nueva Chicago otra vez en el foco de atención por el accionar de sus barras.

Uno fue en la madrugada del lunes y mostró la impunidad con la que se manejan los violentos en una institución con largos antecedentes en la materia.

El otro fue la despedida de un hincha que era muy querido en Ciudad Oculta, que a pesar de su discapacidad motriz trabajaba en el barrio enseñando ajedrez a los chicos de la villa y que tuvo un velatorio muy popular tanto en la zona de la manzana 15 de ese conglomerado porteño como un paso por la puerta del estadio tal como había sido su último deseo según confían sus amigos. 

Con intervención de la comisaría vecinal 9 y la fiscalía criminal 50 a cargo de Anselmo Castelli, el club denunció que el vestuario del plantel profesional fue violentado y robaron los botines de los jugadores y otros elementos por una suma aproximada a los 500.000 pesos.

Danilo era parte del Centro Recreativo Deportivo Villa 15 y del Instituto de Formación Villero donde colaboraba con otros chicos.
Danilo era parte del Centro Recreativo Deportivo Villa 15 y del Instituto de Formación Villero donde colaboraba con otros chicos.