"El Virrey" ya lo dijo muchas veces. Su deseo es estar prudentemente alejado del fútbol. Lo expresa en sus estadías de seis meses en Francia. Y en la negativa constante a asumir alguna función dentro de una institución.

Pero Jorge Ameal y Juan Román Riquelme, presidente y vicepresidente segundo de Boca Juniors, no se rinden. Estuvieron en el festejo del cumpleaños de Bianchi y de su mujer, Margarita, lo que habla de la amistad que los une. Pero todo indica que no les resultará accesible el entrenador para dar el sí al pedido de volver a La Ribera, sentarse en un escritorio, y ser hombre de consulta de quienes ganaron las elecciones xeneizes hace poco más de una semana.

De todos modos, Bianchi nunca negó su vínculo personal y de admiración mutua con Riquelme, quien es el principal impulsor de la iniciativa. "El 10" siempre se apoyó en el director técnico como jugador y esa tendencia la siguió ya habiendo colgado los botines.

Todo indica que prevalece el "no" del entrenador más exitoso de la historia de Boca Juniors entre 1998 y 2003, conductor del proceso más productivo, que incluye cuatro títulos nacionales (tres torneos Apertura y un Clausura), tres copas Libertadores de América y dos Copas Intercontinentales.