Para el día de la madre del año 2018, el profe de la m7 invita a las mamás de la división a festejar su día con un partidito con sus hijos e hijas.

La magia sucedió inmediatamente: la experiencia enamoró a las mujeres, quienes ese mismo día decidieron empezar a entrenar.

Mientras también lo hacían las infantiles, claro, ya que era el tiempo del que podían disponer. Con la ayuda de los profes y de los jugadores del Plantel Superior Masculino, arrancaron más días de entrenamiento y más compromiso. Ya los niños y niñas no eran la excusa, se habían conformado las Mami Rugby. Y, con eso, también empezaron a animarse a participar más activamente en el rugby infantil, siendo mánagers, entrenadoras, cocineras, partes vitales del Club.

El 2019 fue el año donde se largaron con los partidos, a puro coraje y empoderamiento. Entrenar ya se salía de la cancha, había que salir a correr, porque empezaron los partidos. Los encuentros y los viajes, y, por consiguiente, las rifas, las ventas de pastelitos, la búsqueda de recursos y de elementos básicos para poder seguir (ropa adecuada, botines, medias, bucales).

Con la pandemia, luego del ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio), la vuelta a las canchas dejó en evidencia la desigualdad que afronta este equipo y todo el club, ya que no cuentan con cancha propia ni instalaciones.

Gracias al apoyo del Club Universitario de Córdoba y del Córdoba Athletic Club, las gestiones del entrenador del Plantel Superior Masculino y de la Fundación Pueblo Rugby, VLRC pudo ver el regreso de los entrenamientos de sus dos Planteles Superiores y las Juveniles Masculinas.

Iniciados los torneos, los equipos trabajando en consolidarse, y entrenando de manera mixta (los dos Planteles Superiores juntos, excepto los entrenamientos con contacto), el deseo y la necesidad de la cancha propia y de jugar de locales se hace cada vez más poderoso.

Hoy los objetivos de las Mami Rugby están en completar el fichaje de todas las jugadoras y ponerse en condiciones para la competencia, en aprovechar la oportunidad de entrenar con el Plantel Superior, e ir formándose también como futuras entrenadoras, para que el profe Christian (Christian Ivanoff, entrenador de Mami Rugby y jugador de la Primera de VLRC), pueda delegar responsabilidades en los entrenamientos de contacto, en los que él se debe a su equipo.

Temerarias, seguras y decididas, las mujeres del Plantel Superior Femenino de VLRC están dispuestas a superar los obstáculos que se interpongan en su camino en el desarrollo del rugby femenino.