Maggie Haney (42), entrenadora de gimnasia, es una de las más respetadas de Estados Unidos. Pero al salir a luz los tratos que tenía con sus atletas, su título no hizo la diferencia y le cayó una dura pena: fue suspendida por ocho años de la USA Gymnastics, acusada de abuso verbal y psicológico.

La federación de gimnasia yanqui dictaminó: "Haney violó el código de conducta y ética del USA Gymnastics, así como la política de seguridad en el deporte y otras más". 

Laurie Hernández, gimnasta que se quedó con una medalla de oro y otra de plata en Río 2016 bajo las ordenes de la ex entrenadora olímpica, testificó en su contra. También lo hizo el atleta Riley McCusker, quien fue campeón mundial en 2018, mediante una carta.

Ocho años de suspensión para una entrenadora