Si ya lo hizo una vez, ¿porque no repetir la grata experiencia? Diego Schwartzman vuelve a jugar frente a Rafael Nadal, esta vez en una de las semifinales del abierto de Roland Garrós, con el propósito de instalarse en la última instancia del certamen y de repetir su único triunfo ante el español, registrado hace menos de un mes en el Masters 1000 de Roma.

El match está previsto para las 9.50 y anticipará lo que ocurrirá después con el enfrentamiento entre Novak Djokovic, el número uno del mundo, con el griego Stephanos Tsitsipas, en la otra semifinal.

Schwartzman llega a este partido con el antecedente de su único triunfo sobre Nadal, luego de nueve derrotas consecutivas frente al mallorquín, algo no menor teniendo en cuenta la cuota de confianza y de seguridad que le genera esa victoria. Valdrá también para reforzar su estado de ánimo el gran triunfo conseguido ante el número tres del mundo, Dominic Thiem, en cinco sets, en el que uvo que poner todos sus atributos técnicos y su garra para sacar adelante un partido complicado.

Para la cátedra Nadal es el candidato. Ha jugado 100 partidos en este certamen con 98 triunfos y 12 títulos conseguidos, algo asombroso desde donde se lo mire. Sus únicos vencedores fueron el sueco Robin Soderling en 2009 en octavos de final y frente a Djokovic en 2015 en cuartos de final.

Frente a semejante exposición de fuerza y de talento, el nacido en Villa Crespo le opondrá una realidad fulgurante, con un primer acceso a una final de un Masters 1000, con su primer triunfo frente a su adversario de hoy y con su anhelada llegada al top ten, barrera superada ya que se ubicará desde el lunes próximo en el octavo puesto en el escalafón mundial.