Luis Suárez fue esta mañana a la Ciudad Deportiva, predio de entrenamiento del Barcelona, para despedirse de sus ya excompañeros y, al salir del lugar fue captado por las cámaras de TV, que evidenciaron sus lágrimas frente a un final de ciclo que no llega por su voluntad sino por la decisión de Ronald Koeman de no considerarlo para su proyecto deportivo en el club.

El futuro inmediato del uruguayo está en el Atlético de Madrid de Diego Simeone a partir del acuerdo que alcanzaron el Barça y el club Colchonero para que el goleador sea traspasado.