El TD Garden vibró como pocas veces en los últimos años. El estremecimiento que se vivió en el estadio cubierto de los Celtics no se debió a un triunfo histórico, ni al 18° título en la NBA de Boston, ni a ningún logro deportivo remarcable. 

El motivo de una noche inolvidable fue nada más y nada menos que el debut de Tacko Fall.