Algunos de los integrantes del plantel de Barcelona dicen que todo cambió tras la reunión que mantuvieron Lionel Messi con el entrenador Enrique Setién. El encuentro se generó a partir del mal rendimiento del equipo desde el reinicio de La Liga, en la que en ese instancia tenía dos puntos de ventaja ante Real Madrid y que luego le terminó cediendo a su clásico de siempre. Esa nueva postura se vio de inmediato: fue con victoria 5 a 0 ante Alavés de visitante.

Con ese antecedente que cambió la actitud de los jugadores y que ayudó a limar algunas diferencias entre Messi y Setién, Barcelona encarará mañana ante Nápoli la revancha de los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa, un torneo que no gana desde 2015 cuando Neymar estaba en su formación.

"Todo lo que se hable en un vestuario para mejorar es bienvenido. Esperemos que dé sus frutos mañana. Hemos podido entrenar bien, con tiempo", dijo sobre lo pasado, Sergio Busquets.

Para el partido en el Camp Nou, Setién podrá contar con los recuperados Clement Lenglet y Antoine Griezmann, no así con Ousmané Dembelé, quien no llegó a tiempo pese a su esfuerzo por restablecerse de la grave lesión que padeció en febrero pasado. Tampoco podrán estar Arturo Vidal y el mismo Sergio Busquets, suspendidos.

La probable formación del equipo catalán sería con Marc-André Ter Stegen; Nelson Semedo, Gerard Piqué, Clement Lenglet, Jordi Alba; Iván Rakitic, Frankie De Jong, Sergi Roberto; Lionel Messi; Luis Suárez y Antoine Griezmann.

El ganador de Barcelona-Nápoli, que en el partido de ida igualaron 1 a 1, pasará a los cuartos de final. Su adversario será el ganador del duelo en Alemania entre Bayern Munich-Chelsea, que también mañana jugarán por la misma instancia. En Inglaterra vencieron los germanos por 3 a 0.