Ramón Ábila no se olvida de Instituto, club que lo vio meter sus primeros goles y donde además es ídolo. Y cada vez que puede, va a la cancha a verlo. Hoy, ante Villa Dálmine, por la fecha 16 de la Primera Nacional, volvió a decir presente.

Wanchope ingresó ayer a los 44 del segundo tiempo del partido entre Boca y Atlético Tucumán, forzó un penal y lo cambió por gol.

Con el domingo libre, aprovechó para viajar a Córdoba para ver a la Gloria. Antes, como suele hacer, pasó por la Tesorería y pagó su cuota social.