Una investigación interdiscplinario identificó la presencia de bacterias multirresistentes a antibióticos en el ambiente de Córdoba y en el río Suquía.

“Con las aguas servidas se está vertiendo este tipo de bacterias resistentes en el entorno. Si bien no debemos tener miedo del surgimiento de una epidemia, estos derrames cloacales pueden causar problemas en la salud pública”, explica Héctor Alex Saka, investigador del Departamento de Bioquímica Clínica de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC.

Estas bacterias desarrollan gran resistencia a los antibióticos por diversos factores: la automedicación, el mal uso y el abuso de los antibióticos, los desbordes cloacales –que transportan gran cantidad de bacterias junto a cantidades bajas pero activas de antibióticos en las excretas–, y el uso de antibióticos como promotores de crecimiento de los animales en producción agropecuaria.

“En condiciones normales, puede llevar décadas a una bacteria desarrollar resistencia. Pero al estar sometida asiduamente a la acción de antibióticos, puede lograrlo en menos tiempo. Hoy observamos que en cinco o seis años, o incluso menos, algunas bacterias se vuelven resistentes a antibióticos cuyo desarrollo pudo llevar diez o más años de investigaciones y cuantiosas inversiones”, explica Saka.

Saka y un equipo de investigadores de la UNC, de la Universidad Católica de Córdoba y el Laboratorio LACE advierten sobre los peligros de estos microorganismos.

Son las principales responsables de las infecciones intrahospitalarias.Si bien no se trata de bacterias causantes de contagios masivos o grandes epidemias, recomiendan monitorear la situación. 

Fuente: UNCiencia