El Vaticano se ha lanzado al debate sobre la cuestión de género y ha publicado un documento educativo titulado “Varón y mujer, él los creó” en un intento por abordar lo que denominó “una crisis educativa”.

El documento está destinado a ayudar a los maestros de escuelas católicas a contrarrestar las ideas que "niegan la diferencia natural entre un hombre y una mujer", y se subtitula "Hacia un camino de diálogo sobre la cuestión de la teoría de género en la educación".

El documento redactado por el ministerio de educación de la iglesia dice: "Cada vez es más claro que ahora nos enfrentamos a lo que podría llamarse una crisis educativa, especialmente en el campo de la afectividad y la sexualidad".

El documento señala los "desafíos" que surgen de la teoría de género al afirmar que este cuerpo de conocimientos "niega la diferencia y la reciprocidad en la naturaleza de un hombre y una mujer y prevé una sociedad sin diferencias sexuales, eliminando así las bases antropológicas de la familia".

El profesor Roberto Zappala, del Instituto Gonzague de Milán, dijo que la iglesia estaba tratando de promover el "diálogo sobre la cuestión del género en la educación".

Insistiendo en la mirada que ha caracterizado el pensamiento histórico de la Iglesia Católica, el cardenal Giuseppe Versaldi, de la Congregación para la doctrina católica afirmó que la teoría de género "busca imponer una sola escuela de pensamiento", que determina la educación de los niños.

La teoría "conduce a programas educativos y orientaciones legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad emocional separadas de la diferencia biológica entre hombres y mujeres", señaló Versaldi.

El documento, que apoya el papel de la madre y el padre en una familia tradicional, describe “la visión cristiana de la antropología que considera la sexualidad como un componente fundamental de la personalidad de la persona”.

"Es a partir de [su] sexo que la persona humana recibe las características que, en los niveles biológico, psicológico y espiritual, hacen de esa persona un hombre o una mujer".

El documento será distribuido internacionalmente a través del sistema educativo católico. Lo cierto es que tanto en Argentina como en otros países que tienen legislación específica es muy probable que los educadores encuentren limitaciones o directamente confronten con la legislación general y particular que cada país tiene sobre el tema.

Por ejemplo, en Argentina, algunas de las afirmaciones del documento entran en contradicción directa con el derecho a la autopercepción de género, derecho establecido en la Ley 26.743 (Ley de Identidad de Género). También, habrá colisión con los Lineamientos Básicos de la Educación Sexual Integral (Ley n° 26150) que establecen como contenidos básicos el respeto a la diversidad y a la autopercepción.