Mientras los colosos se embestían y el público celebraba, Trump parecía sorprendido por la ferocidad de las luchas.

El presidente estadounidense Donald Trump asistió a un evento de combates de sumo en Tokio e incluso subió a la arena de Ryogoku Kokugikan para entregar un premio, desatando los gritos entusiastas del público.

Trump, quien con esta visita ha sido el primer líder extranjero que se reunió con el nuevo emperador Naruhito, llegó al estadio sonriendo y con el puño en alto para saludar a más de 10.000 espectadores.

Aunque el público de sumo se sienta en cojines en el suelo, el primer ministro japonés Shinzo Abe y su esposa Akie (que llevaron a Trump y a su esposa Melania al evento) hicieron preparar cuatro sillas.

A la llegada de Trump la multitud pareció olvidarse por un rato del deporte y todas las miradas junto con los teléfonos celulares convergieron sobre él y su esposa.

El luchador japonés Asanoyama perdió su última pelea, pero tenía la ventaja suficiente para obtener el título de campeón.

Trump, una vez en la arena para entregar el trofeo, leyó una corta presentación y fue muy aplaudido.

Donald Trump sorprendido por la ferocidad de las luchas de sumo