La postergación de un aumento que, en definitiva, se va a producir, es el motivo central por el que las pizarras del precio de los combustibles líquidos no se mueven el primer día del mes, como viene ocurriendo sistemáticamente.

Es que, el desdoblamiento del cobro a las empresas del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) dispuesto por el gobierno nacional patea la cuestión hacia adelante.

En estos términos, las petroleras "absorben" la suba de este mes, que representan un escaso porcentaje.

En definitiva, la suba prevista para julio termina dividida en partes, junto a agosto y también septiembre.

Por ese motivo, las precios se sostienen.