Las necesidades que demandaron los incrementos en precios en los últimos tiempos generaron, a lo largo y ancho del país, el crecimiento en sus funciones de asociaciones de Inquilinos.

El aumento en los alquileres, precios por las nubes impuestos por inmobiliarias, y derechos vulnerados o difusos, fueron puestos en jaque.

En el medio, la necesidad de una nueva Ley de Alquileres se impuso, y hasta llegó a obtener una media sanción en la Cámara de Senadores.

Hoy, denuncian la actitud del gobierno nacional, de frenar incluso proyectos que tenían aprobación de inquilinos.

Por eso existe una gran desconfianza hoy hacia la idea promovida por la gestión de Mauricio Macri.

La derrota en las PASO y necesidades de un clima electoral hacen lo propio.

El propio presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, Gervasio Nuñez, realizó declaraciones públicas, apuntando a que “tuvimos tres oportunidades para aprobar una ley y siempre el Gobierno la bloqueó”.

Para Núñez, a su vez, “el proyecto es bastante malo”.