Que en el arranque de 2019 se llegue a pagar más de trescientos pesos por un kilo de carne, es síntoma de la magnitud del aumento que tuvieron los cortes a nivel país.

Rápidamente el resultado se vio en la calle, con la marcada caída en ventas.

Algunos comercios dejan en claro que apenas venden el 40% de lo que hacían con anterioridad. Antes de remarcar.

En comparación con enero, “la faena cayó en febrero un 22 por ciento”, lo que decanta en una merma en ventas.

Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), refirió, con obviedad, que “esta es la señal definitiva que el consumidor no convalida nuevos aumentos”.

En diálogo con el programa Crónica Matinal adujo que la cuestión “no me sorprende” en virtud de los aumentos.