La conferencia de prensa del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, hablaba por sí sola.

La jornada financiera había cerrado, una vez más, con malas noticias para Argentina, y aquello derivó en un paquete de medidas tendientes a "aliviar la carga financiera".

En una de ellas, el funcionario confirmó que “hemos propuesto al FMI iniciar el diálogo” con la idea de “reperfilar los vencimientos de deuda”.

Se sabe que no eran pocos los reclamos, fundamentalmente de parte de Alberto Fernández, respecto a la presión que dejaban para los próximos dos años los pagos a cumplir para comenzar a devolver el préstamo de U$S 57 millones.

Lacunza argumentó que “fue una de las sugerencias que recibimos de las fuerzas de la oposición”, pero evitó la autocrítica y adujo que “además de haber cumplido con todas las metas fiscales y monetarias por parte del Gobierno que está en curso”, dijo que la idea es “dar continuidad al acuerdo vigente”, aunque en otros términos.

Cubriendo otro frente, sentenció que Argentina “no tiene problema de solvencia para el pago de la deuda".

En su alocución, Lacunza adujo que la economía venía acarreando, antes de las PASO, “un crecimiento parsimonioso”, que la inflación bajaba, pero que ahora es tiempo de colocar “una campana protectora” por sobre los argentinos.

Mirando a futuro, certificó que el proceso de cierre de la actual gestión apunta a “despejar exigencias financieras” y “no dejarle un problema” al próximo presidente.

Conferencia de prensa del ministro de Hacienda Hernán Lacunza