El Gobierno Nacional le pagará este miércoles al Fondo Monetario Internacional cerca de u$s1.880 millones. Se trata del primer vencimiento de capital que abonará el país del multimillonario crédito Stand By que tomó Mauricio Macri en 2018.

Para ello, echará mano a los derechos especiales de giro (DEG) que envió el propio organismo en agosto, como parte de la distribución de liquidez entre sus países miembro para hacer frente a los efectos de la pandemia.

La cancelación del compromiso ya fue confirmada por el decreto 622/2021 publicado el sábado en el Boletín Oficial, que formalizó el ingreso de los DEG. El DNU también dispuso un mecanismo contable para aplicar estos recursos al pago de esta deuda mientras continúa la negociación por un nuevo programa con el FMI y para habilitar, al mismo tiempo, una ampliación del margen futuro de financiamiento del Banco Central al Tesoro.

Según Ámbito Financiero, el Ministerio de Economía ya labró la orden de pago para este miércoles. El préstamo está nominado en DEG, el activo de reserva del fondo cuya valuación se determina por una canasta de cinco monedas soberanas. El vencimiento es por 1.327 millones de DEG, que de acuerdo a la cotización de ayer equivale a u$s1.883 millones.

Para el pago, se utilizarán los derechos especiales de giro distribuidos por el Fondo, de los cuales a Argentina le tocaron el equivalente a u$s4.334 millones. Estos recursos se irán casi en su totalidad en los tres pagos que el Ejecutivo realizará al organismo en lo que resta del año: el de hoy más u$s390 millones de intereses en noviembre y u$s1.885 millones de capital en diciembre.

Así lo dispuso el mencionado DNU, que incorporó los DEG al Presupuesto 2021 y dispuso su uso para cancelar todos los compromisos con el FMI hasta fin de año por un total de casi $393.000 millones. Más allá de que no puedan descartarse de plano otros escenarios, esta medida resultó también una señal de que difícilmente haya un acuerdo sellado antes de 2022.

El pago de esta semana corresponde al préstamo que tomó el Gobierno de Cambiemos luego del estallido de la crisis cambiaria en 2018 para llegar a las elecciones de 2019 sin defaultear la deuda en dólares con acreedores privados que había contraído en 2016 y 2017 por alrededor de u$s100.000 millones. La segunda versión de ese crédito Stand By fue por u$s57.000 millones, de los cuales llegaron a desembolsarse unos u$s45.000 millones. Cerca de la mitad de ese monto se utilizó para pagar vencimientos con bonistas privados y el resto financió la salida de capitales del país, algo que prohíbe el propio estatuto del Fondo.

El programa estipuló, además, que Argentina debía devolver ese dinero en apenas tres años, con un calendario de vencimientos impagables. Por caso, en 2022 se tendrían que pagar u$s19.000 millones y otro tanto en 2023. La refinanciación de esos compromisos es lo que ahora busca acordar el Gobierno a través de un nuevo programa, de cuyas premisas fundamentales poco se conoce por ahora aunque determinarán buena parte del rumbo económico del país en los próximos años. 

Fuente: Ámbito Financiero.