Que el proceso económico que genera la pandemia trae graves consecuencias a nivel mundial, no es novedad.

En ese camino, el proceso inflacionario tiene registros históricos a la baja en el país. Aunque se sabe que las mediciones y las condiciones del momento son condicionantes relevantes. La caída del poder adquisitivo acumula años y en los bolsillos de las familias argentinas cada vez hay menos ingresos.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difunde este lunes la inflación correspondiente al mes de junio. Es el tercer período completo medido en medio de la crisis que dispara el coronavirus, medidas sanitarias mediante.

Los dos meses anteriores, abril y mayo, arrojaron una suba del 1,5 por ciento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

En los primeros cinco meses, las subas acumulan un 11,1%.

En la comparación interanual, y con el arrastre de la gestión macrista, los incrementos fueron del 43,4 por ciento.