En medio de la crisis política tras la derrota electoral en las PASO, el Gobierno presentó a última hora el proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2022, en el que las previsiones marcan una inflación de 33%, un crecimiento del PBI del 4% y un dólar a 131 pesos, entre otras cuestiones.

Tras el resultado adverso en los últimos comicios, la polémica desatada en el seno del Gobierno en torno al rumbo que hay que aplicar en materia económica a partir de ahora, puso las tensiones al descubierto. En ese sentido, el presidente Alberto Fernández había adelantado en la jornada del miércoles que en el presupuesto se daba por descontado que no habría que pagar intereses de la deuda con el FMI, calculados en 19 mil millones de dólares, lo que supone que ese dinero va a estar destinado a apuntalar el crecimiento económico y la inversión productiva y social.

En esa línea, el proyecto presentado estipula un déficit fiscal primario del 3,3%, versus el 4% con el que terminará este año, mientras que el déficit financiero para 2022 se calcula en el 4,9 %.

En lo referido al salario real, la proyección marca que debería crecer un 4% por encima de la inflación, reconociendo que al finalizar este año el mismo tendrá un crecimiento de 3.8%. 

Asimismo, el Presupuesto para 2022 reconoce que la pauta inflacionaria prevista para este año en 29%, finalmente será del 45% al terminar 2021 y el crecimiento de la economía rondará el 8%.

Según destaca Ámbito, fuentes del ministerio de Economía comandado por Martín Guzmán señalaron que el motor central del proyecto es la recuperación, basándose en la política fiscal expansiva para dinamizar la creación de empleo, la producción y las exportaciones. 

En ese sentido, fuentes del Palacio de Hacienda remarcan que el proyecto plantea la posibilidad de qué pasaría si se tuviera que enfrentar el pago de intereses de la deuda originada por el gobierno de Macri. "El año próximo deberíamos enfrentar el pago de 19 mil millones de dólares" para cumplir con los compromisos pautados por el gobierno anterior con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "habría que bajar a cero la obra pública,  subsidios, bajar gasto en educación y ciencia y tecnología".

Precisamente, el presidente Alberto Fernández había señalado que se debe resolver la negociación con el FMI para poder seguir adelante con el rumbo en materia económica que privilegie la inversión del Estado para promover llegada de capitales para la producción, la generación de empleo y la inversión social y no orientada hacia la especulación financiera.