Las discrepancias entre el Gobierno y los radicales apuntan, fundamentalmente, a cuestiones económicas y el propio presidente, Mauricio Macri, habría cuestionado la esencia del mini Plan Primavera, sostenido por la UCR.

Ese programa estaba por anunciarse en los próximos días, según habían confiado voceros partidarios.

Durante la cena anual de Cippec, Macri marcó distancias del control de precios y el atraso de tarifas: "En el pasado no existe ninguna solución a los problemas del futuro. Esta vez decidimos hacer algo distinto".

"La inflación promedio de los últimos 80 años fue de 62,6 por ciento. Y uno de cada tres años tuvimos recesión. A cada una de esas crisis utilizamos siempre las mismas recetas y herramientas: tipo de cambio fijo, control de precios como con Gelbard o Moreno, atraso de las tarifas, cepos. Todo eso nos provocó que en los últimos 50 años hayamos sido el segundo país que menos creció", remarcó.

El jefe de Estado y sus hombres de confianza dudan del paquete que promueven desde la UCR, ya que se contrapone por completo al pensamiento de libre mercado que pretende aplicar Macri.

"No podemos escuchar más cosas que tengan que ver con el populismo y la demagogia", subrayó.

El plan también contempla un relanzamiento de créditos al consumo de la Anses, un sistema de reintegros a los consumos por débito automático de los jubilados y la postergación de los aumentos tarifarios, para después de las elecciones.

También, se pretende en un acuerdo con las empresas productoras de alimentos y supermercados para congelar los precios de 40 alimentos de la canasta básica por seis meses y una ampliación del programa Precios Cuidados.