El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que una desaceleración del crecimiento y el aumento de la inflación a nivel global debido a la invasión rusa a Ucrania.

Según el FMI, la guerra en Ucrania provoca tres efectos en la economía mundial:

1. Los precios más altos de productos básicos como los alimentos y la energía elevarán aún más la inflación, lo cual a su vez erosionará el valor de los ingresos y deprimirá la demanda.

2. Los países vecinos a Ucrania tendrán que hacer frente a perturbaciones en el comercio, las cadenas de abastecimiento y las remesas, así como a un aumento histórico de los flujos de refugiados.

3. La confianza mermada de las empresas y la mayor incertidumbre de los inversionistas incidirán en los precios de los activos, endureciendo las condiciones financieras y posiblemente provocando salidas de capitales de las economías emergentes.

Rusia y Ucrania son importantes productores de materias primas, y las perturbaciones han provocado una escalada de los precios mundiales, sobre todo de petróleo y gas natural. Los costos de los alimentos se han disparado; el trigo, del que Ucrania y Rusia exportan un 30% mundial, ha alcanzado precios históricos.

En Latinoamérica

En Argentina y Latinoamérica, el impacto se sentirá en el aumento de precios de los alimentos y la energía.

"Es probable que los precios elevados de las materias primas aceleren notablemente la inflación en América Latina y el Caribe", explicó el FMI.

Y agregaron: "Es posible que los bancos centrales tengan que defender con más tesón la credibilidad de la lucha contra la inflación".

"Las condiciones financieras siguen siendo relativamente favorables, pero la intensificación del conflicto puede causar tensiones financieras mundiales que, sumadas a una política monetaria más restrictiva, impondrán un lastre al crecimiento", remarcaron.