Para la gestión de Alberto Fernández, hay un “vaivén” constante en materia de jubilaciones y pensiones, con la necesidad de un “cuidado” de las cuentas fiscales. Sin embargo, la voluntad oficial es apuntar a recuperar el poder adquisitivo.

En ese sentido, el titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), Alejandro Vanoli, prometió que "la inmensa mayoría de las jubilaciones" tendrá un marzo un incremento superior al 11,6 por ciento en el que derivaría la fórmula de cálculo que impuso el macrismo, y que fue anulada en diciembre por el Congreso con la aprobación de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.

Se desprende de los dichos del funcionario que las jubilaciones mínimas, hoy ubicadas en $ 14.068, subirán más que los 1.631 pesos que les tocarían, en marzo.

Vanoli volvió a hablar de “sumas fijas”, como las de los bonos que les corresponden a pasivos en diciembre y enero ($ 5.000). Así, los haberes aumentarían por decreto, mientras se analiza cómo implementar un nuevo formato de aumentos a futuro.

Se sabe que las percepciones por “titular único” (personas que tienen sólo una jubilación o una pensión) significan casi la mitad de los beneficiarios del sector.

Mientras tanto, el Gobierno resolvió bajar la tasa de interés de los créditos que otorgó la Anses y suspender su pago por unos meses.

A resolver quedará la cuestión de posibles demandas judiciales, de quienes no vean impactados ajustes que, por tratarse de períodos previos, les corresponderían, merced a la Reforma Previsional de 2017.