Cualquier recorrida por el negocio que sea deja la evidencia. Las remarcaciones de precios no cesan, y comerciantes no dejan de dar a conocer la llegada de “listas” con los números en alza.

Entre las especulaciones de especialistas y el silencio de las grandes empresas, se desprende que el cambio de Gobierno demanda “un paraguas”. Y lo que pagan los usuarios por cada producto, en particular de los que se demandan para el día a día, no deja de crecer.

La mayoría de los centenares de elementos de consumo básico tienen cambios en las etiquetas de sus valores. En algunos casos, palpables, los incrementos llegan al 15 por ciento, iniciando en un 5%.

Así, productos panificados, aderezos, papel higiénico, aguas y demás bebidas, lavandina, lácteos, azúcar, café y harina se ubican en sendas ascendentes.

Los principales proveedores son los que van marcando tendencia, y sellos que van desde Arcor a Coca-Cola, pasando por Molinos Río de la Plata más Fargo y Sancor renuevan sus costos. Con seguridad, la suba en los combustibles de principio de mes hace su parte. Y lo seguiría haciendo, con previsiones de ajustes en diciembre.